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Por: Luis Hernando Arango 

Líder de Ciencias Sociales

Durante este primer periodo del año académico en el Colegio Canadiense, la democracia es el proyecto que tiene mayor preponderancia y poder, y es que es realmente importante aprovechar la oportunidad para participar de las jornadas que se organizan en la institución con esta intención: que todos ejerzamos nuestro derecho activamente, bien sea porque nos proyectamos como líderes y representantes de los  compañeros, o porque queremos apoyar las ideas y planes de alguno de ellos. Lo importante es identificar que mi opinión cuenta, mi voto vale la pena.

Gracias a un largo proceso en la historia de la humanidad, se ha logrado llegar, aunque no en todo el mundo, a un sistema democrático, donde mi opinión y la opinión del otro son importantes y siempre serán tenidas en cuenta.

Todo este proceso se remonta a la antigua Grecia donde se comenzó con este tipo de modelo, aunque un poco exclusivo, pues las mujeres y los esclavos no tenían ni voz ni voto en ningún tipo de decisión que se necesitase tomar.

Posterior a Grecia, podemos recordar a la República Romana, donde se implementó un sistema mixto de gobierno en el que sólo los ciudadanos tenían el derecho de elegir a sus representantes, nuevamente, se sientan algunos precedentes para lo que, en un futuro, quizá no muy cercano, sería la democracia directa, pues ya se utiliza el sistema de votación para la elección de un representante del pueblo, quien adquiere el poder para tomar decisiones y guiar a una nación.

Durante la Edad Media, la mayoría de los gobiernos europeos eran monarquías absolutas y no existían sistemas democráticos formales; sin embargo, algunas naciones conservaban un sistema de opinión y elección, experimentando formas limitadas de democracia en lo que, en su momento, se podría llamar repúblicas comerciales.

Continuando con este recorrido, podemos evidenciar que, durante el siglo XVIII, la Ilustración y las ideas de filósofos como John Locke y Jean Jacques Rousseau impulsaron la noción de los derechos individuales y la soberanía popular, lo que favoreció el establecimiento de repúblicas democráticas modernas a raíz de lo que ellos llamarían, el contrato social.

A lo largo del siglo XIX y principios del XX, se produjo una gradual expansión de los derechos políticos en muchos países occidentales. Movimientos como el sufragio femenino y la abolición de la esclavitud, contribuyeron a ampliar la participación ciudadana en los procesos democráticos; concretamente, después de la Segunda Guerra Mundial, la democracia se convirtió en un sistema político ampliamente aceptado y organizaciones internacionales, como las Naciones Unidas, promovieron la democracia como un modelo universal a implementar y seguir, lo cual hizo que, a lo largo del siglo XX, muchas naciones en todo el mundo adoptaran sistemas democráticos y le reconocieran como el mejor modelo identificado hasta el momento.

Todo este recorrido histórico con una sola intención, que te animes a participar activamente en los diferentes espacios democráticos que nos posibilita la institución y la sociedad, pues debes tener presente que tu opinión, tu voto, tu aporte, siempre cuenta; mi opinión, ni voto, mi aporte, siempre será importantes. ¡VIVA LA DEMOCRACIA!